Hoy hablamos de algo fundamental: ¡vuestros propios dientes! A menudo los damos por sentado, pero son unas estructuras complejas que merecen toda nuestra atención y cuidado. ¿Alguna vez os habéis preguntado cuáles son las partes que componen la ingeniería natural que es un diente? ¡Pues hoy vamos a desvelarlo!
Para entender cómo mantener una boca sana, es crucial conocer la anatomía básica de nuestros dientes. Así que, ¡vamos a explorar las distintas partes que los conforman!

Corona: La joya visible de tu sonrisa
Empecemos por la parte que todos vemos cuando sonreímos: la corona.
Es la porción exterior del diente, la que emerge por encima de la encía. Su principal característica es su recubrimiento súper resistente: el esmalte. Imagina el esmalte como un escudo protector, ¡y vaya escudo!
Es la sustancia más dura de nuestro cuerpo y su misión es defender al diente de los ataques diarios de la masticación, los cambios de temperatura y los ácidos producidos por las bacterias. ¡Así que ya sabes, cuida ese esmalte!
Dentina: El corazón sensible del diente
Justo debajo de esa capa de esmalte se encuentra la dentina.
Esta es una zona mucho más delicada, repleta de túbulos microscópicos que conectan con el nervio dental, que a su vez reside en la pulpa. La dentina contiene vasos sanguíneos, lo que la hace una zona viva y sensible.
Aquí viene un dato importante: si el esmalte se desgasta, ya sea por una higiene deficiente, bruxismo (rechinar de dientes) o el consumo excesivo de alimentos ácidos, la dentina puede quedar al descubierto. ¿Y qué pasa entonces?
¡Sensibilidad dental! Ese molesto pinchazo al tomar algo frío o caliente es una señal de que la dentina está sufriendo. Además, al estar expuesta, es más vulnerable a las infecciones. ¡Así que proteger el esmalte es proteger la dentina!

Raíz: El ancla invisible que te mantiene firme
Finalmente, nos adentramos en la parte que no vemos a simple vista: la raíz.
Esta es la porción del diente que se encuentra anclada dentro del hueso maxilar o mandibular. La raíz se une a la corona a través del cuello del diente y se mantiene firmemente en su lugar gracias al ligamento periodontal.
Este ligamento es como un conjunto de fibras que actúan como un amortiguador, permitiendo cierto movimiento al masticar y transmitiendo las sensaciones al nervio. Una curiosidad: cada diente puede tener una o varias raíces, dependiendo de su ubicación y función en la boca. Por ejemplo, los incisivos suelen tener una raíz, mientras que los molares pueden tener dos o tres. ¡Estas raíces son las que aseguran que tus dientes se mantengan fuertes y funcionales!
Cuidando cada parte para una sonrisa sana
Como veis, cada parte del diente cumple una función esencial. Entender su anatomía nos ayuda a comprender por qué es tan importante mantener una buena higiene bucal, visitar regularmente a nuestro dentista en CLÍNICA DENTAL ROMA y adoptar hábitos saludables. ¡Una sonrisa sana es una sonrisa feliz!