ESTÉTICA DENTAL

Con frecuencia creemos que los dientes son el origen de nuestros problemas bucales y la única causa de que nuestra sonrisa no sea tan bonita como nos gustaría. Sin embargo, muchas veces no son los dientes sino la encía la que no está bien, ya sea porque está enferma y se inflama, o porque empezamos a notar que la encía se hace mas pequeña y deja mucha superficie del diente expuesta, por lo que nuestros dientes parecen mas grandes o mas amarillos.

También hay personas que al hablar o al sonreír, muestran más encía de la que habitualmente estamos acostumbrados a considerar como normal, y nos da la impresión de que su sonrisa no es estética.

Para todos estos casos ya existen técnicas para corregir estos defectos. Algunas consisten en la realización de tratamientos periodontales, trabajando en la encía para resolver las enfermedades propias de las encías y de los tejidos que soportan a los dientes, y hay otras técnicas que usan procedimientos protésicos para solucionar los problemas.

Un caso muy frecuente es la inflamación de las encías, también conocida como gingivitis. La Gingivitis se caracteriza por el enrojecimiento y sangrado de la encía y normalmente se produce por los restos de alimentos que quedan entre los dientes y que generan la placa bacteriana.

Una consecuencia de la gingivitis es el sangrado espontáneo o el sangrado cuando nos cepillamos los dientes. La solución es muy simple y requiere:

Además de la gingivitis, la periodontitis es otra enfermedad inflamatoria habitual, que hace que se pierdan las fibras y el hueso que sostienen a los dientes, provocando sangrado, retracción de las encías y movilidad del diente, teniendo un importante impacto en la estética de nuestra sonrisa. La periodontitis se puede tratar para mejorar la salud de nuestras encías, acudiendo al odontólogo para que elimine el sarro adherido a las piezas dentales.